Lo intentaron con Cristina Fernández de Kirchner, ahora con Morales y Correa, afirman que estos métodos de proscripción, golpean a la democracia.
El Instituto Simón Bolívar aseguró que la derecha latinoamericana impide que los pueblos de Bolivia y Ecuador ejerzan libremente su voluntad.
Las decisiones judiciales tomadas el lunes que inhabilitaron sendas candidaturas electorales de los expresidentes de Bolivia, Evo Morales, y de Ecuador, Rafael Correa, fueron criticadas por líderes políticos de la región, que las consideraron un golpe a la democracia.
En BOLIVIA resultó que la decisión tomada por el magistrado Alfredo Jaimes, de la sala Constitucional Tercera de la Ciudad del Alto (La Paz Bolivia), determinó este lunes que el expresidente, Evo Morales, queda inhabilitado para postularse como candidato al Senado por el departamento de Cochabamba por el Movimiento al Socialismo (MAS), en las elecciones del próximo 18 de octubre, ante la demanda que cuestionó la inhabilitación de Morales por el Tribunal Supremo Electoral de Bolivia (TSE), debido a que no reside en el país (a raíz del golpe de estado perpetrado en octubre pasado).
En ECUADOR y como si fuera una casualidad, el mismo día, un tribunal de casación de la Corte Nacional de Justicia (CNJ) de Ecuador emitió una sentencia que anula de forma definitiva la posibilidad de la candidatura del exmandatario Correa (2007-2017) a la vicepresidencia del país por el movimiento Revolución Ciudadana.
Una maniobra más del sistema judicial, todo lleva a reflexionar, tal como si se tratara de una organización de magistrados que obran desde los márgenes de la legalidad y tendrían como objetivo direccionar sus sentencias a través de maniobras denuncias u operaciones quirúrgicamente diseñadas con verdades todavía no comprobadas, a emitir fallos que apuntan directamente a la proscripción de candidatos, partidos políticos, desde referentes políticos que actúan en sintonía directa en defensa de intereses de las potencias extranjeras, o en la caratulación de organizaciones como «Terroristas» o desde el sometimiento o asfixia hacia países no alineados, no sometidos a los deseos de las grandes potencias extranjeras.
Todo apunta a que en el diseño regional del nuevo orden mundial, todos los intereses apuntan hacia el norte del continente donde se cocinan las mayorías de hechos de desestabilización, pues cuando suceden algunos acontecimientos, difíciles de sostener, se observa que la eventual mano de obra contratada migran solicitando asilo en algún estado del país del norte del continente.
Fuente: Telesur